SOBRE EL CUADRO DE LA "IMILLA CUNUMI BIRLOCHA"

Durante los últimos días se ha levantado revuelo sobre el cuadro que antecede estas líneas. Rilda Paco, una orureña es la autora de ese revuelo. Poco después de su publicación mediante redes sociales y la cobertura que ha tenido en medios locales e internacionales, se han mostrado un maniqueísmo permanente entre defensores y detractores del polémico cuadro. Por su parte las autoridades orureñas, conjuntamente las instituciones representantes de los folkloristas e incluso la iglesia católica, se han manifestado y han amenazado con iniciar un proceso judicial por afectar la moral de los feligreses que acuden a los pies de la mamita del socavón en señal de gratitud por los favores prestados.

Pero ¿qué es lo que nos revela este cuadro polémico? Nos revela aquello que no queremos reconocer: la burda cosificación de la mujer. Rilda Paco asocia la imagen de la virgen con las mujeres, que son objeto de mercantilización y deseo sexual con las vestimentas que lucen en la entrada, que si bien es una expresión cultural, por detrás tiene un sinfín de excesos como el consumo de bebidas alcohólicas, el desorden, el caos, las agresiones, la violencia, y muchos otros más que turban la tranquilidad de otros.

Considero que mucho de lo que podemos observar nos conlleva a realizarnos muchas preguntas reflexivas: ¿Qué papel debe desempeñar el Estado?, ¿acaso debe enjuiciar a la autor del cuadro?, o ¿acaso debe defenderla? ¿La Iglesia Católica debe reflexionar sobre el sincretismo cultural?, o ¿debe sentirse ofendida, como sucedió en la Edad Media con la Inquisición? ¿La autora, debería pedir perdón por haber ofendido a los devotos? ¿Por qué este cuadro ha ocasionado tanta polémica, siendo que no es el único ni el primero?, o es que ¿Tiene algo que ver el género de la autora (es decir su condición de mujer)?

Son preguntas que deberíamos reflexionar sin ocasionar disputas ni agresiones, porque lo que queremos es una reflexión sana y productiva.

Por Efrain Flores